Mujeres sobre las olas


Women on Waves es una fundación holandesa sin ánimo de lucro involucrada con los derechos humanos de las mujeres. Su misión es prevenir embarazos no deseados y abortos insalubres a lo largo del mundo. La organización Mujeres sobre las Olas fue fundada en mayo de 1999 en Holanda por la médico Rebecca Gomperts. Se encuentra registrada como organización caritativa bajo el Artículo 24, párrafo 4 del Successiewet 1956. Como resultado, los donativos a su cuenta del banco Postbank 3316 son completamente deducibles de impuestos en el grado permitido por las leyes tributarias holandesas. Las actividades de Mujeres sobre las Olas se encuentran apoyadas por financiación privada y filantrópica.

Cada año se llevan a cabo 20 millones de abortos bajo condiciones ilegales e insalubres, lo que resulta en la muerte de aproximadamente 80,000 mujeres al año. En respuesta a esta calamidad médica, Mujeres sobre las Olas ha desarrollado una unidad ginecológica móvil. Puede ser cargado con facilidad en un barco, lo cual le permite viajar a donde quiera que se le necesite en todo el mundo. Como las leyes sobre el aborto rigen solamente en en el territorio del país que los promulga, lo que incluye sus aguas territoriales, Woman on Waves los realiza en aguas internacionales en un barco holandés y por tanto según las normas de Derecho Internacional se aplica la ley holandesa.

En su barco, Mujeres sobre las Olas provee de anticonceptivos, información, entrenamiento, talleres y abortos seguros y legales (hasta las 6 semanas y media de embarazo y sólo con la píldora RU-486) fuera de aguas territoriales donde el aborto es ilegal. Trabajando en cooperación cercana con organizaciones locales, Mujeres sobre las Olas responde así a una necesidad médica urgente, dar poder de decisión a las mujeres para que aprovechen su derecho humano a la salud reproductiva y al aborto legal y seguro y llamar la atención a las consecuencias de un embarazo no deseado y un aborto ilegal.



Han sido importantes las campañas realizadas en Irlanda y Polonia por Woman on Waves, dónde pese a la polémica surgida antre diversos grupos ultra religiosos y "provida", las autoridades no impidieron atracar al barco de la fundación en los puertos de su Estado. Todo lo contrario es lo ocurrido hace días en Portugal donde el gobierno conservador luso ha negado la petición de llegada al puerto de Figueira da Foz aduciendo que iban a "desembarcar, distribuir y publicitar productos farmacéuticos prohibidos o no autorizados en Portugal", pretendían realizar "reuniones públicas para provocar e incitar la práctica de actos ilegales en territorio portugués" y que "sus instalaciones sanitarias no contaban con la licencia ni la inspección de las autoridades portuguesas, con el peligro que supone para la salud pública". Estos argumentos no se sostienen por cuanto toda la actividad que el gobierno portugués considera ilegal iba a realizarse en alta mar, donde no alcanza su jurisdicción. Lo único que han realizado aparte de desacreditarse aun más es violar lo establecido en la Convención de Naciones Unidas de 1982 sobre Derecho Marítimo en la que se establece que únicamente se podrá denegar a un barco la entrada en el territorio de un Estado parte por cuestiones de seguridad. La publicidad (que no es lo mismo jurídicamente que la incitación y provocación como dice el gobierno luso) no afecta a la seguridad de Portugal.

Básandome en el conocido anuncio de Greenpeace, ojalá el barco de la organización Mujeres sobre las Olas no tenga nunca más que partir. Eso significaría que las mujeres pueden si así lo desean interrumpir legalmente el embarazo en todo el mundo sin peligro para su salud.

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