Historia de un compromiso político (IV)

El curso académico 2002/2003 comenzó con un distanciamiento del PSOE por mi parte. Hechos aisaldos como el escaso trabajo de juventudes socialistas en la ciudad de Toledo (no fui citado en todos esos meses a una sóla reunión) y las actitudes políticas del PSOE, principalmente respecto al tema vasco, hicieron que mis ideas políticas se abrieran hacia Izquierda Republicana. Un coqueteo que no llegó a nada. Me di cuenta que por mucho que puedas tener ideas algo diferentes a una organización, es desde dentro donde puedes cambiar las cosas. Desde los partidos minoritarios, es tiempo perdido.

Recién empezado el segundo cuatrimestre estalló la crisis de Iraq. Por mi pertenencia a la Delegación de Alumnos de mi Campus y a Juventudes Socialistas participamos en la Plataforma por la Paz de Toledo para denunciar la ilegal invasión que el gobierno de los EEUU en colaboración con los de otros países (ya de forma material o ideológica) estaban realizando, entre ellos el español. No me planteaba aún pertenecer al PSOE, pero mi compromiso ideológico era activo y militante. Las campaña electoral de las elecciones municipales de 2003 culminó en mi definitivo acercamiento ideológico al PSOE.

En la primavera participé en la coordinación de una Jornada de Mesas Redondas para cerca de 300 personas organizada por la Unión Progresista de Estudiantes y la Federación a la que peretenece (FAEst) sobre "Jóvenes y 25 años de Constitución" que fue un gran éxito. Seguí durante todo ese curso trabajando como subdelegado de alumnos, hasta primeros de mayo, que fui elegido por unanimidad Delegado de Alumnos del Campus de Toledo.